Es hora de que Argentina rinda cuentas, aunque los líderes del Consejo no lo hagan. El verdadero problema, según Moisés Naím, es la “sistémica deficiencia de aprendizaje” que exhiben los líderes argentinos. Si Argentina no va a participar según las reglas internacionales, se le debería negar su condición de miembro en el G-20.
Con el tratado de libre comercio ya en marcha, Colombia y Estados Unidos pueden aspirar juntos a unos lazos cada vez más fuertes y mayor certidumbre de que unos mercados abiertos y movimientos más libres de bienes, servicios e inversiones cimentarán las relaciones mutuas de estas dos naciones democráticas. Esa sí es una razón para celebrar.