Muchas de estas opiniones que hace cuarenta años eran aceptables para la mayoría de la opinión pública, ahora son vistas como extremas. Es decir que estas leyes se pueden convertir en herramientas que pueden ser usadas abusivamente para acallar las voces de personas o grupos que son vistas negativamente por el gobierno, las élites y la opinión pública.
El conservador entiende que el ser humano es complejo, impredecible, egoísta, entre muchos otros aspectos que determinan nuestra visión sobre la condición humana. Por esta razón el verdadero conservador rechaza el populismo, no cree en políticas públicas abstractas para resolver problemas de la sociedad y no tiene mucha confianza en la democracia.