La crisis de la eurozona nos ha proporcionado un experimento natural sobre cómo abordar una grave recesión. Y los resultados de ese experimento no han beneficiado la simplista visión keynesiana de que la solución es más y mayores préstamos. Los altamente endeudados países del sur de Europa decidieron operar con grandes déficits fiscales como consecuencia de la crisis y ahora afrontan agobiantes cargas de deuda así como unos mercados laborales que siguen siendo poco competitivos.
Los medios de comunicación en realidad afirman con frecuencia que los tratados requieren de una mayoría de dos tercios en el Senado y que si no la consiguen, no tiene validez legal. Como todas las cosas, eso no es así de sencillo. He aquí un breve manual sobre cuándo y cómo pueden los tratados tener validez legal.