AQI había sido gravemente diezmada por las fuerzas de seguridad iraquíes y de Estados Unidos en una campaña de contraterrorismo intensiva desde 2006 hasta 2011. Pero la resistente organización terrorista ha revivido y ha crecido con fuerza después de la retirada de las tropas de Estados Unidos en diciembre de 2011. Los analistas de la Fundación Heritage advirtieron repetidamente de que uno de los impactos negativos de la retirada repentina de Irak de las fuerzas armadas de Estados Unidos sería una disminución de las iniciativas contraterroristas contra AQI.
Hoy en día, esto está cantado pero no está muy claro si se han enterado los que deben. Estados Unidos no puede sufrir nuevamente otro periodo de abstinencia financiera que afecte a sus fuerzas armadas. Es cierto que Estados Unidos sigue teniendo al mejor ejército del mundo, pero los drásticos recortes en defensa están poniendo en peligro ese título. La administración y el Congreso tienen que aprender del pasado y cumplir con su responsabilidad constitucional de proveer la defensa común.