¿El plan de Obama de atacar Siria defiende el interés estratégico de Estados Unidos? ¿Es verdad que a menos que ataquemos a Siria, las armas químicas podrían ser utilizadas de algún modo contra nosotros o nuestros aliados? ¿Es cierto que la credibilidad de Estados Unidos está realmente en juego? ¿Y el ataque planeado cambiará sustancialmente el balance de poder en el conflicto, según se requiere en la propuesta de resolución del Congreso?
Hace unas semanas, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que la elección de Hasán Rouhaní como presidente de Irán representa “una llamada del pueblo iraní a favor del cambio” y “una oportunidad para que Irán actúe rápidamente para resolver las profundas preocupaciones de la comunidad internacional sobre su programa nuclear”. Sin embargo, puede que esto resulte una vana ilusión.
Este 27 de agosto se cumplió el 10º aniversario del inicio de las Conversaciones a Seis Bandas para conseguir que Corea del Norte destruyera las armas nucleares que previamente había prometido que nunca construiría. Es improbable que haya algún tipo de celebración, puesto que las conversaciones no tuvieron ningún éxito. Bueno sí, hubo acuerdos en el transcurso de esa década, pero no supusieron ningún progreso tangible para la consecución del verdadero objetivo: la desnuclearización de Corea del Norte.