La inmigración legal puede traer importantes beneficios culturales y económicos a Estados Unidos y los inmigrantes. Los americanos viven y celebran acertadamente los valores de Estados Unidos, incluido el gobierno limitado, la libertad personal y la libre empresa y atraen a otros para que se nos unan. Estamos unidos por la fe en nuestros documentos fundacionales y nuestro credo de que todos los hombres son creados iguales. Como expresó Ronald Reagan, “Entre los inmigrantes que han enriquecido de este modo a Estados Unidos se incluyen personas de todas las razas, credos y orígenes étnicos”.
Como gastamos más de la cuenta —en otras palabras, el gobierno gasta más de lo que los contribuyentes aportan— tenemos que estar oyendo cosas como que “hay que volver a subir el límite de la deuda”. Si parece que cada dos por tres estamos con el mismo tema. Pues sí, es que lo estamos porque nuestros políticos nunca arreglan el problema de la deuda de Estados Unidos.
Con el anuncio por parte del procurador general Eric Holder de una investigación judicial del Servicio de Impuestos Internos (IRS) por la persecución de esta agencia contra el “Tea Party” y otros grupos conservadores, se ha planteado una pregunta crucial: ¿Qué leyes federales se podrían aplicar de forma pertinente a la errónea conducta de los empleados del IRS?
La creciente amenaza de los misiles nucleares de largo alcance pone en peligro la vida de millones de americanos a la vez que altera la estabilidad regional y global. El más reciente altercado en la península de Corea supone un aleccionador recordatorio de esta cruda realidad. Por ello, para proteger de manera efectiva a los americanos frente a ataques sin escrúpulos en un futuro cercano se debe poner en marcha un plan riguroso de pruebas de la defensa antimisiles.
Los expertos no siempre pueden predecir exactamente cómo afectará la normativa pública a la nación, a pesar de poner nuestro mejor empeño. Pero en lo que respecta a la política de inmigración, ya hemos intentado muchos de los tipos de reformas defendidas por el actual proyecto de ley de la Banda de los Ocho, por lo que deberíamos considerar los efectos que estas reformas tuvieron en el pasado.