Esos masivos incrementos de impuestos son parte del plan del presidente para reducir la deuda descontrolada de la nación, pero en vez de enfrentarse al subyacente problema del gasto, su plan solo servirá para profundizar aún más el lío económico y paralizar las verdaderas reformas que Estados Unidos necesita para ponerse de camino a la cordura fiscal.
La administración Obama podría decidirse a hacer caso omiso del consejo de sus comandantes militares y reducir la presencia militar de Estados Unidos en Irak a menos de 4,000 efectivos a finales de año y eso ha provocado que 42 distinguidos expertos en política exterior escriban una carta abierta al presidente Obama instándole a que reconsidere su actitud.
Desafortunadamente para los catorce millones de americanos desempleados, el presidente continúa firme en su camino de presentar políticas de grandes gastos para luego centrarse en más impuestos y aún más altos para poder pagar por el gasto. ¿Quién acaba pagando el precio? Los creadores de empleo de la nación y aquellos en la cola del desempleo.