Esta nueva política atenta contra la base fundamental de nuestra nación – el Estado de Derecho. Se premia la ilegalidad y a los transgresores de la ley, anima aún más a los extranjeros a que entren ilegalmente a Estados Unidos y llega en un momento en que el presidente Obama ha comenzado su campaña de reelección con un índice tan bajo de aprobación que es esencial que obtenga una mayoría sustancial del voto hispano para un segundo mandato. Es otro ejemplo vergonzoso de colocar la política antes que la ley.
Mientras la NASA envía sus transbordadores a los museos, China está haciendo grandes adelantos en su programa espacial — están en marcha los preparativos para el lanzamiento de un laboratorio espacial chino en las próximas semanas. Estos progresos están empezando a amenazar la superioridad espacial de Estados Unidos, la capacidad de la nación de apoyar a sus amigos y aliados y de disuadir la agresión.
Los Fundadores de América sabían que la libertad es algo más que solamente garantizar las libertades políticas. La verdadera libertad requiere libertad económica – la capacidad de beneficiarnos de nuestras propias ideas y trabajo, de trabajar, producir, consumir, poseer, negociar, e invertir según nuestras propias preferencias.