La diplomacia pública americana tiene como objetivo difundir entre las audiencias extranjeras una comprensión y un reconocimiento de los ideales, principios, instituciones y normativas de América. Esto significa que la diplomacia pública de Estados Unidos se debe estar firmemente basada en esos principios e ideales, incluyendo los relativos a la religión
El objetivo de la política energética de América no necesita ser ni debería ser la independencia energética. Esto no es porque los americanos deban ser dependientes de fuentes foráneas para sus necesidades energéticas, sino porque las políticas centradas en los mercados son una mejor manera de asegurar que cada ciudadano tenga acceso a energía asequible.