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Hagel defiende el arreglo de Bergdahl con los talibanes

Chuck Hagel [1]En la primera declaración pública sobre este asunto por parte de un alto cargo de la administración Obama, el secretario de Defensa Chuck Hagel defendió anteayer la decisión de liberar al sargento del Ejército Bowe Bergdahl a cambio de cinco líderes talibanes e indicó que el presidente actuó dentro de la legalidad al no notificar al Congreso que el intercambio se había producido.

Hagel le dijo al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes que lamenta que el presidente actuara sin contar con el Congreso. Sin embargo, explicó que las “circunstancias extraordinarias” del caso (como el deterioro de la salud de Bergdahl y las exigencias de los negociadores qataríes para que no se filtrase el acuerdo) exigieron una acción unilateral.

“Nunca firmaría un documento ni llegaría a ningún acuerdo que no creyera que fuese en el mejor interés de este país”, comentó Hagel, que confirmó que Obama fue quien tomó la decisión final de liberar a Bergdahl, con el respaldo de su personal de inteligencia.

“Podríamos haber hecho un mejor trabajo en lo que respecta a mantenerlos informados”, dijo a los legisladores. “Pero les aseguro que esto se ha hecho de manera legal. Fue una decisión complicada. La respaldé. La mantengo. Acepto totalmente esa responsabilidad [como secretario de Defensa]. Totalmente”.

Hagel evitó especular acerca de cómo fue capturado Bergdahl en junio de 2009 después de abandonar su base, aunque dijo que se interrogaría a Bergdahl a su vuelta a Estados Unidos.

“Las guerras son caóticas y están llenas de decisiones imperfectas”, comentó Hagel. “La conclusión es que no dejamos a nadie atrás. Ése es el principio y el final de lo que simbolizamos”.

Hagel, veterano de la Guerra de Vietnam y exsenador republicano por Nebraska, explicó que comprendía el riesgo de liberar a los líderes talibanes presos en la Bahía de Guantánamo, algunos de los cuales habían estado presos desde 2001. Pero dijo que confirmaba que ninguno los liberados estuvo implicado en ningún acto de terrorismo concreto contra Estados Unidos.

“No somos unos ilusos respecto a estos detenidos”, dijo Hagel. “Si tratan de reincorporarse a la lucha, lo estarán haciendo por su cuenta y riesgo”.

Hagel dio un calendario detallado del proceso de liberación de Bergdahl para ilustrar la premura con la que dijo que Obama tuvo que actuar y cómo el Congreso había estado al tanto de las negociaciones durante algún tiempo.

El Congreso fue informado de las negociaciones en noviembre de 2011 y enero de 2012, antes de que los talibanes rompieran las conversaciones en el mes de marzo.

Ésa fue la última vez que el Congreso tuvo noticias de un posible intercambio antes de que los talibanes pusieran en libertad a Bergdahl el 31 de mayo.

En septiembre de 2013, el gobierno de Qatar se ofreció como intermediario en las conversaciones. A finales de ese año, la administración Obama pidió una “prueba de vida” en video y la recibió en enero.

El 12 de mayo, la administración firmó un memorándum de colaboración con Qatar, detallando cómo los detenidos no podrían abandonar este Estado del Golfo Pérsico durante el año posterior a su liberación.

“Recibimos la advertencia de los intermediarios qataríes de que el tiempo no estaba de nuestro lado”, indicó Hagel. “Sentíamos que era nuestra última oportunidad de conseguirlo”.

La administración llegó a un acuerdo el 27 de mayo, pero no procedió al intercambio hasta el día 31.

“No conocimos la localización [del intercambio] hasta una hora antes”, comentó Hagel. “No supimos hasta el momento en el que [Bergdahl] fue entregado que los talibanes mantendrían su parte del acuerdo”.

Hagel indicó que el Departamento de Justicia había confirmado que la administración actuó según la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2014, que exige que se avise al Congreso 30 días antes de que el gobierno traslade a un detenido en Guantánamo, ya que los responsables de los servicios de inteligencia determinaron que el riesgo que suponían los prisioneros liberados se había “mitigado sustancialmente”.

Los miembros de la Cámara le dijeron a Hagel que comprendían lo delicado de las negociaciones, pero que sentían que su confianza había sido quebrantada.

“No envidio la situación en la que les han puesto, pero los miembros de este comité confían los unos en los otros para cumplir su palabra y tenemos que confiar en que [Obama] cumpla las leyes que acordamos”, indicó el representante Buck McKeon (R-CA), presidente del comité.

McKeon comentó que el acuerdo “incentivaría” el que otros insurgentes capturaran a más soldados americanos.

Hagel también respondió a otra importante pregunta que ha surgido tras la puesta en libertad de Bergdahl: dijo que no hay ninguna prueba de que otros soldados murieran buscando a Bergdahl.

 

La versión en inglés [2] de este artículo está en Heritage.org.