[1]La opción escolar es un asunto candente ahora mismo. Con un nuevo presidente en el cargo y un Senado que está en estos momentos considerando la posibilidad de que Betsy DeVos, destacada defensora de la opción escolar, dirija el Departamento de Educación, son muchos los padres de todos los ámbitos sociales que se preguntan cómo será la oportunidad educativa en 2017.
Si Andrew Campanella, presidente de la Semana Nacional de la Opción Escolar (National School Choice Week [2] o NSCW), se sale con la suya, será así en gran medida: “Opción escolar significa simplemente facultar a los padres (las personas que mejor conocen a sus hijos) con la capacidad de poder elegir las mejores opciones educativas para sus propios hijos. Estas opciones lo incluyen todo, desde las escuelas públicas tradicionales hasta las escuelas chárter públicas. Escuelas imán. Escuelas privadas. Academias online. Y la escolarización en el hogar”.
La NSCW está teniendo lugar en estos momentos, y se prolongará hasta el 28 de enero. Este evento anual comenzó después de que un grupo de padres viera cómo tenían lugar en todo el país diversos tipos de manifestaciones relacionadas con la educación, por lo que se preguntaron por qué no estaba sucediendo algo parecido respecto a la opción escolar. Como indica Campanella, los padres se preguntaban “¿Por qué no dedicar una semana al año para hablar sobre lo que funciona en el caso de los padres que sí pueden elegir la escuela de sus hijos?”.
Así que hicieron exactamente eso, animar a otros padres y a los miembros de sus comunidades para que planificaran sus propios eventos. La celebración, que dura una semana, se inició en 2011 con sólo 150 eventos en todo el país. Este año, habrá cerca de 22,000 eventos en los 50 estados. Cada uno de esos eventos es distinto y único en cada comunidad en la que se celebre.
La NSCW es de hecho un tipo de evento educativo diferente. Mientras que algunos debates relacionados con la educación pueden volcarse sobre lo negativo, los eventos que tienen lugar esta semana hacen hincapié en lo positivo, al desempeñar los padres el papel más importante.
Según Campanella, cuando los padres escogen la mejor escuela para sus hijos, “los índices de graduación suben, los logros académicos suben, los ingresos de los estudiantes a lo largo de su vida suben y la satisfacción general de los padres sube también”.
Y quienes no son padres también tienen una función que desempeñar.
Campanella no tiene hijos y comenta que hay muchos otros como él que participan activamente en el movimiento. Estas personas se acercan al movimiento de diferentes formas, pero a menudo sus casos son similares al suyo:
“Estaba trabajando como relaciones públicas y ejercía como voluntario extraoficial con algunos niños de escuelas del Distrito de Columbia y quería ayudarlos a que aprendieran educación cívica porque siempre me han interesado el gobierno y la educación cívica. Estuve trabajando con aquellos estudiantes de 11º y 12º grado e hicimos algunas tareas de escritura con las que estaban trabajando. Quedé absolutamente desolado cuando vi el resultado de algunos de sus escritos. Eran niños que tenían sueños enormes, pero que no eran capaces de poner unas cuantas frases juntas en un párrafo”.
Campanella empezó a hablar con algunos de los estudiantes acerca de sus experiencias educativas. Le explicaron que nunca habían tenido un profesor que permaneciese durante todo el curso, y le describieron cómo sus escuelas se estaban desmoronando.
“Y eso fue lo que me abrió los ojos”, indicó. Si se abren los ojos, de hecho, se comprueba que las escuelas públicas del D.C. se encuentran entre las mejor financiadas del país. Según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, el D.C. gastó $29,349 por alumno durante el curso 2010-2011. Sin embargo, en 2013 [3], el 83% de los alumnos de 8º grado no dominaba la lectura, mientras que el 81% no tenía dominio de las matemáticas.
Es este tipo de estadísticas lo que impulsa a este movimiento. También hay empresas que se han unido al mismo estableciendo colaboraciones con las comunidades escolares, normalmente en forma de orientación, tutoría, adquiriendo el equipamiento necesario, desarrollando currículos y ofreciendo a los estudiantes oportunidades para explorar distintas carreras laborales.
“También se puede ver a mucha gente del mundo empresarial que se involucra, porque saben lo importante que es poder acercar a sus organizaciones o a sus compañías a personas que tengan grandes capacidades en lectura y escritura o importantes habilidades matemáticas… que puedan ayudar a esas organizaciones y compañías, y a ellos mismos, a tener éxito”, comentó Campanella.
Campanella urge a los padres, a quienes no lo son y a las empresas a que actúen con rapidez: “Necesitamos que esas opciones estén disponibles para niños como con los que estuve trabajando, ya que si nos les damos opciones a los padres inmediatamente, ¿qué va a ocurrir? No podemos esperar por un plan de 10 años, no va a funcionar”.
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