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Países BRIC: Creciente estatismo y decreciente libertad económica

El economista Nouriel Roubini advertía a finales del mes pasado en el Foro Económico Mundial de que el crecimiento económico de los países denominados como los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) está en riesgo: se “anunció con bombos y platillos” sus éxitos pasados, pero el futuro de los BRIC está en riesgo debido a su creciente estatismo.

El crecimiento de este riesgo se puede ver en el siguiente gráfico: el estancamiento de los puntajes de libertad económica de los BRIC según el Índice de Libertad Económica [1]anual elaborado por la Fundación Heritage y el Wall Street Journal.

 

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Como observa Roubini, las “naciones con un mayor desarrollo se arriesgan a anular los logros de la pasada década al aumentar el papel del Estado dentro de la economía”. Roubini informaba de que recientemente los BRIC se han estado alejando de las economías de mercado debido a un incremento de la nacionalización de los recursos, al proteccionismo, a una falta de impulso para realizar reformas estructurales adicionales en pro del mercado que incrementen el tamaño del sector privado y, en general, por el desempeño de un mayor papel por parte del Estado dentro de empresas y bancos. Estas áreas específicas que preocupaban a Roubini se reflejan en los puntajes obtenidos por cada uno de los BRIC en el Índice:

· Brasil. Aunque la presidenta brasileña Dilma Rousseff ha llegado a un acuerdo para privatizar algunas compañías que operan autopistas y ferrocarriles (junto con, quizás, algunos aeropuertos), el gobierno aún domina demasiados aspectos de la economía del país, minando el desarrollo de un sector privado más dinámico.

· Rusia. El gobierno del primer ministro ruso Dmitri Medvédev ha pedido (aunque no las ha puesto en marcha) reformas de mercado que reduzcan el papel del Estado en la economía. Sin embargo, estas reformas están siendo obstruidas por la presidencia de carácter estatista de Putin, así como por las industrias de propiedad estatal, incluidas las del petróleo, el gas, los oleoductos y el complejo industrial militar, que se resisten a la transparencia y la privatización. Además, como según informa el analista de la Fundación Heritage Ariel Cohen, “Las autoridades policiales y el sistema judicial rusos son corruptos y se están desmoronando, lo que hace que la práctica empresarial en Rusia sea doblemente problemática”.

· India. Como informó la Fundación Heritage el pasado otoño (antes de las nuevas promesas de los políticos indios de volver a las iniciativas para la reforma del mercado), el gobierno indio ha sido “tremendamente ineficaz y ha mostrado señales de un comportamiento depredador, al poner la recaudación por delante de lo que es mejor para el país. Ha actuado como barrera en las relaciones económicas bilaterales, por ejemplo, en el comercio agrícola y en el acceso al mercado financiero. Otras acciones perjudiciales, como la reciente introducción de un gravamen retroactivo sobre las empresas multinacionales, desmotivan la participación extranjera en la economía india en general”.

· China. Aunque China amplió algunos derechos de la propiedad privada para los granjeros a finales de los años 70, lo que facilitó un fuerte incremento de la producción alimentaria y permitió la migración hacia las ciudades que sustentó la subsiguiente expansión industrial, desde entonces lo avances en los derechos de la propiedad rural han sido mínimos. Esto es en parte la causa del intenso deterioro medioambiental y de la caída de los ingresos en las zonas rurales, muy por debajo de los ingresos en las zonas urbanas. China es además el “mayor ladrón del mundo” de propiedad intelectual. Al mismo tiempo, la “OCDE considera las leyes chinas sobre inversión extranjera como las más restrictivas del G20”. Mientras tanto, las empresas de propiedad estatal están protagonizando una vuelta a la escena económica.

Aunque la categoría de BRIC (una dudosa mezcla de vínculos de mercado elaborada por Goldman Sachs hace más de una década) no es importante en sí misma, sí lo son las normativas de las grandes economías en desarrollo. Las advertencias del Índice 2013 de Libertad Económica acerca del estancamiento de la libertad económica entre los BRIC (y en todas partes) son muy claras, además de perturbadoras. Afortunadamente, el Índice también incluye una hoja de ruta para los BRIC y otros como ellos sobre cómo retornar a la senda del crecimiento.  

 

La versión en inglés [3] de este artículo está en Heritage.org.