Aunque las opiniones sobre la política de Estados Unidos post-11 de septiembre van y vienen, los hechos quedan: Estados Unidos ha frustrado 40 complots terroristas a través de un combativo y exhaustivo plan ofensivo para proteger la nación. No es un plan para abandonarlo ahora en plena era de un terrorismo de cada vez más alta tecnología.
Estados Unidos conmemora este mes el aniversario del 11 de septiembre de 2001, fecha en la que terroristas mataron a casi 3,000 de nuestros compatriotas. En los días posteriores al 11 de septiembre, los americanos, unidos en bloque, dejaron de lado el fervor partidista y reconocieron al enemigo común en grupos terroristas islamistas, particulamente al-Qaeda. Apropiadamente, la seguridad nacional volvió a ser la máxima prioridad de nuestra nación.
Aunque la nación ha tenido éxito desbaratando los intentos de al-Qaeda contra Estados Unidos, esas victorias han llegado como resultado de toda una década a la ofensiva en la guerra contra el terrorismo. Ahora, sin embargo, la administración Obama está cambiando el rumbo con su nueva Estrategia Nacional de Contraterrorismo.