Aunque hubo conmemoraciones oficiales del 11 de septiembre de 2001 y los americanos volvieron a llorar y a honrar las vidas perdidas hace 12 años, no debemos olvidar a los que perdieron la vida en Bengasi, Libia, hace ahora un año, porque el 11 de septiembre también marca el aniversario de la muerte del embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens así como de Sean Smith, Glen Doherty y Tyrone Woods.
James Carafano, vicepresidente de la Fundación Heritage para política exterior y de defensa e investigador adscrito a la donación E.W. Richardson, se reunió con nosotros para responder a algunas preguntas frecuentes acerca de las recientes amenazas terroristas, el cierre de embajadas y los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Los rumores sobre la desaparición del escándalo de Bengasi son enormemente prematuros. En estos días, los veteranos de las Fuerzas Especiales se reunieron en el Congreso para mostrar un listado de firmas de más de 18 metros de longitud exigiendo una petición de retirada de la legislación que autoriza a un comité selecto de la Cámara de Representantes a investigar lo ocurrido en Bengasi.
El presidente Obama es de sobra conocido por su lealtad hacia sus socios y aliados políticos más cercanos, pero la nominación de Susan Rice como Asesora de Seguridad Nacional muestra que su preocupación por los verdaderos asuntos que amenazan la seguridad de Estados Unidos sigue siendo cuestionable.
El relato de la administración Obama sobre el ataque que le costó la vida al embajador Chris Stevens ha cambiado una vez más.
Se han filtrado más detalles con anterioridad a la celebración de la sesión de hoy sobre seguridad diplomática en el Comité de Reforma del Gobierno y Supervisión de la Cámara y el gobierno está diciendo ahora que nunca pensó que el ataque ocurrido en Bengasi fuera provocado por un vídeo de YouTube.