No importa que la seguridad financiera de millones de americanos y otros resulte perjudicada en el proceso. La administración necesita lo que ya ha denominado “el desplome Boehner” —en referencia al presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner— para tratar de salirse con la suya en las negociaciones del límite de la deuda.
El Congreso no debería aumentar el límite de la deuda sin poner el gasto bajo control. La legislación del límite de la deuda debería poner a Estados Unidos camino de la reducción del gasto federal y el endeudamiento a la vez que se preserva la capacidad de proteger a América sin subir los impuestos.
¿Sabía Ud. que el gobierno federal pide prestados 40 centavos de cada dólar que gasta? La deuda nacional acumulada por estos préstamos y los anteriores ya alcanza el 70% de la producción económica anual del país y está camino de crecer hasta el 100% al final de esta década. Por eso es importante que se empiece a gastar menos o nos vamos a la ruina.
La enmienda del presupuesto balanceado (BBA) ha resurgido con este Congreso y los republicanos de la Cámara y el Senado ya anunciaron que forzarán a que se voten enmiendas constitucionales para tener presupuestos balanceados. Si el Senado y la Cámara aprobaran versiones idénticas de una BBA, la enmienda constitucional se enviaría a los estados para su ratificación.