Hay miles de personas que no se están muriendo de hambre en Míchigan. Este impactante acontecimiento tiene lugar a pesar de una de las peores cosechas que se recuerde. Con la escasa producción recogida en los huertos y campos locales, había quien se temía lo peor. Pero a pesar de la sequía, los supermercados tiene llenos los estantes y además a unos precios razonables.