En los jardines de la Casa Blanca, Obama anunció uno de los mayores cambios en educación de toda una década, desvelando un programa de dispensas de la NCLB para que los estados puedan evitar cargarse con onerosos requisitos federales pero siempre que cumplan los requisitos del propio presidente Obama. Los estados estarían intercambiando un conjunto de estándares federales aprobados por el Congreso, por otro conjunto aprobado por burócratas de Washington que no le rinden cuentas a nadie.