La Agencia de Protección Ambiental (EPA) acaba de publicar una nueva norma para regular las emisiones de CO2 en las centrales eléctricas, lo que en la práctica prohibe nuevas centrales eléctricas con carbón, ya que sus estándares de emisiones son demasiado bajos para que los puedan cumplir las instalaciones convencionales que usan carbón.