Estados Unidos y nuestros aliados continúan siendo el objetivo de al-Qaeda y sus socios. El aniversario de ayer de los atentados en África Oriental y la noticia del cierre de embajadas son un lúgubre recordatorio de que la red global de al-Qaeda no ha sido derrotada y que continúa trastocando las operaciones del gobierno de Estados Unidos así como amenazando la vida de ciudadanos americanos.
James Carafano, vicepresidente de la Fundación Heritage para política exterior y de defensa e investigador adscrito a la donación E.W. Richardson, se reunió con nosotros para responder a algunas preguntas frecuentes acerca de las recientes amenazas terroristas, el cierre de embajadas y los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).