Después de las elecciones de noviembre de 2010, cuando el partido del presidente perdió el control de la Cámara de Representantes, Barack Obama le dijo a Estados Unidos que, allí donde no pueda legislar, él regulará. En el último año, el presidente ha estado la altura de esa promesa y ahora promete que la cumplirá aún más a rajatabla en 2012.
La Constitución de Estados Unidos de América ha perdurado más de dos siglos. Sigue siendo objeto de reverencia para casi todos los americanos y objeto de admiración de pueblos en todo el mundo. Lamentablemente, la embestida de teóricos progresistas y jueces activistas del siglo XX ha logrado minar seriamente el respeto por los principios fundamentales de la nación, denigrando algunos derechos constitucionales con los que están en desacuerdo e inventándose otros.