Los cupones para alimentos fueron un popular tema de conversación el mes pasado, cuando el Congreso debatía el proyecto de ley agraria. Este programa de la época de la “Gran Sociedad” del presidente Lyndon B. Johnson, con décadas de antigüedad, necesita de muchas reformas por al menos siete razones:
Los líderes de la Cámara de Representantes parecen querer engañar al público americano e incluso a sus compañeros miembros de la Cámara.
La Cámara separó el programa de cupones para alimentos de otros programas relacionados con la agricultura – se trata de una magnífica noticia. Sin embargo, no hizo ni una sola reforma. Aunque eso no es lo peor.
En 1996, prometió Bill Clinton que “haría que la asistencia social fuese lo que se suponía que tenía que ser, una segunda oportunidad, no un modo de vida”. Se refería a su histórica reforma de la asistencia social que ayudo a sacar de la pobreza a muchos americanos. Uno de los programas reformados fue el de los cupones para alimentos.
Por todo el país, los estados están buscando nuevos beneficiarios de los cupones para alimentos. El argumento del Departamento de Agricultura es que: “Los cupones para alimentos hacen a Estados Unidos más fuerte” al estimular las economías de los estados. Y los estados están respondiendo a la llamada. Según el Washington Post, “Rhode Island celebra bingos temáticos sobre el SNAP, Alabama reparte folletos en los que se puede leer: ‘Sea patriota. Lleve a casa su dinero de los cupones para alimentos’. Tres estados del Medio Oeste organizan fiestas del cupón para alimentos en las que los nuevos beneficiarios se apuntan en masa”. Y Florida incluso emplea a reclutadores.