Ha pasado una semana desde que el presidente Barack Obama anunciara su último plan de “estímulo” y, a pesar de su gira a través del país con la intención de vender sus propuestas al pueblo americano, el comandante en jefe se está encontrando con que su mensaje de más impuestos y gastos no convence. Entre tanto, el presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (R-WI), ha detallado una forma marcadamente distinta de ayudar a que la economía de Estados Unidos regrese por sus fueros.
Este fin de semana en el que conmemoramos el 10º aniversario de los atentados del 11 de septiembre sería bueno reflexionar por qué es vital y necesario mantener una defensa que proteja a Estados Unidos. Como dijo George Washington en su primer discurso anual al Congreso en 1790: “Estar preparados para la guerra es uno de los medios más eficaces para mantener la paz”.
Mark Knoller, hizo referencia a un sombrío hito presidencial en su página web ayer por la noche. “La deuda era de $10.626 billones el día que Obama asumió el cargo. El cálculo más reciente del Departamento del Tesoro muestra que la deuda ha alcanzado los $14.639 billones”, escribe Knoller. “Es el aumento más rápido de la deuda que presidente alguno de Estados Unidos haya hecho”.