Mariano Rajoy y los dirigentes que le han acompañado han visto siempre con desprecio aquellas iniciativas políticas que, según ellos, generaban “líos”. Mucho más que un lío es lo que tiene ahora España, a merced del extremismo izquierdista y nacionalista, de acuerdo todos ellos en iniciar el proceso de ruptura de la unidad nacional.
Si el libre comercio entre autonomías y entre países de la Unión Europea es ventajoso, como también lo será el libre comercio con Canadá, ¿por qué no lo sería un acuerdo semejante con Estados Unidos? Creo que las ventajas se multiplicarían, pues Estados Unidos es un mercado de tamaño equivalente a la Unión Europea.
En un mundo globalizado, la batalla por preservar la libertad es una batalla global. Cuantos más países adopten el socialismo populista, más difícil será que los demás, incluido Estados Unidos, mantengan sus libertades. Ahora los centros de investigación política así como los defensores y educadores del libre mercado en España tendrán que sudar la gota gorda.