Es probable que el alcalde de la Ciudad de Nueva York Michael Bloomberg y otros autonombrados reyes de la nutrición estén muy molestos. La Primera Sección de la División de Apelaciones de la Corte Suprema de Nueva York ratificó de forma unánime la decisión tomada anteriormente por un tribunal de rango inferior de que la prohibición sobre los refrescos de la Ciudad de Nueva York es inconstitucional.
Ayer, al alcalde-niñera de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, le dieron con palo – muy merecido, por cierto. Un juez de la Corte Suprema de Nueva York dictó sentencia en contra la imperial orden de Bloomberg prohibiendo la venta de refrescos y otras bebidas azucaradas en recipientes de gran tamaño. Una prohibición prevista a entrar en vigor hoy martes.
El despotismo blando consiste en que el gobierno poco a poco consume la libertad de sus ciudadanos con la promesa de satisfacer todas sus necesidades, ansias y deseos.Con el fin de convertirse en el proveedor, el gobierno también debe convertirse en el que toma las decisiones. En efecto, los ciudadanos cambian el poder de decisión (el autogobierno) por la comodidad que produce el gobierno. Tocqueville habla de los efectos de este gobierno protector: “no quiebra voluntades pero las ablanda, las somete y las dirige”.