Durante casi 100 años, Estados Unidos ha venido celebrando el día 11 de noviembre. En un principio era para rememorar el final de la Primera Guerra Mundial, que se suponía que era la guerra que les pondría fin a todas. Aunque por desgracia, ese no fue el caso. Ya en 1952, una pequeña localidad de Kansas empezó a usar la fecha para recordar a los veteranos de todas las guerras de Estados Unidos. Dos años después, el presidente Dwight Eisenhower reconocía la brillantez de un pequeño grupo de americanos “comunes y corrientes” al convertirla en feriado nacional.