Washington es conocido por filtrar el último día laborable de la semana las noticias que no quiere que se examinen demasiado a fondo. De modo que el pasado viernes era el momento adecuado para que la Oficina del Director Nacional de Inteligencia (ODNI) hiciera pública una declaración acerca de los conflictivos informes de la administración Obama sobre el ataque que acabó con la vida del embajador de Estados Unidos en Libia.
Con la muerte de Villar, 2012 comienza con otro desafiante acto de protesta decisiva, dirigida a mantener la atención del mundo concentrada no en los pequeños ajustes económicos que están ocurriendo en Cuba ni en la saga de la lucha de Fidel Castro con la mortalidad humana, sino donde debería estar: En la lucha por la libertad y la dignidad de humildes cubanos como Villar.