Era su teléfono celular. Era de su propiedad. Y estaban maniatando a su esposo en el suelo.
Sin embargo, cuando Heather Donald utilizó su teléfono celular para grabar el arresto de su esposo Thomas, la policía le quitó el teléfono y después le exigió que borrara la grabación. Al hacerlo, violaron su derecho recogido en la Primera Enmienda de grabar e informar sobre la conducta policial.