Estados Unidos conmemora este mes el aniversario del 11 de septiembre de 2001, fecha en la que terroristas mataron a casi 3,000 de nuestros compatriotas. En los días posteriores al 11 de septiembre, los americanos, unidos en bloque, dejaron de lado el fervor partidista y reconocieron al enemigo común en grupos terroristas islamistas, particulamente al-Qaeda. Apropiadamente, la seguridad nacional volvió a ser la máxima prioridad de nuestra nación.
Aunque la nación ha tenido éxito desbaratando los intentos de al-Qaeda contra Estados Unidos, esas victorias han llegado como resultado de toda una década a la ofensiva en la guerra contra el terrorismo. Ahora, sin embargo, la administración Obama está cambiando el rumbo con su nueva Estrategia Nacional de Contraterrorismo.