La frase de Rogoff es una nueva muestra de cómo tanta gente suele pensar que no hay realidad más allá de aquella que frecuenta. Como dijo una periodista progre norteamericana: “No entiendo cómo ha ganado Reagan las elecciones: ninguna persona que yo conozco votó por él”. La tentación de la corrección política es precisamente ésa, la de no concebir que pueda haber ideas diferentes.
Todo el mundo procura pagar los menores impuestos posibles, a veces fuera de la ley, y otras veces, dentro. Pero esa conducta de empresas y personas debería hacer pensar sobre la más incorrecta verdad de la recaudación: Los que pagamos impuestos somos los que no tenemos otro remedio. Los que pueden pagar menos, pagan menos. Más aún: Los que pueden no pagar nada, no pagan nada.