El número de americanos que pagan impuestos sigue disminuyendo y Estados Unidos está cerca del punto en el que la mitad de su población no tendrá que pagar impuestos por los beneficios que reciben del gobierno federal. En 2009, 64.3 millones de americanos dependían del Estado (léase: sus conciudadanos) para sus gastos diarios de vivienda, alimentos y atención médica.