Si la situación en España les suena familiar, es porque lo es. Lo que estamos viviendo en Estados Unidos es una previa de lo que ya está viviendo España. Nuestro propio país está en declive según el Índice dado el incesante gasto del gobierno federal y el insoportable crecimiento de la deuda nacional.
Las sociedades necesitan encontrar maneras de hacer de la educación adulta algo mucho más accesible y mucho más convincente, incluyendo la alfabetización económica y financiera. Si los votantes están mal informados y son fácilmente influenciables por demagogos vendiéndoles políticas cortoplacistas y poco meditadas, hay poca esperanza de corregir el rumbo de las economías capitalistas.
Como muestra el Gráfico de la Semana, el Plan de Heritage logra resolver las crisis de deuda y gasto dando pasos conservadores: Reduciendo el tamaño del gobierno, haciendo reformas fiscales y transformando los programas de derechos a beneficios.
Al debilitar los logros obtenidos con esfuerzo años atrás con respecto a la libertad económica, la creciente carga del gasto gubernamental descontrolado sobrepasó, en muchos casos, los logros en la libertad económica conseguidos en otras áreas de políticas.
La tensión entre el control del gobierno y el mercado libre ha aumentado en todo el mundo, en particular, en los países desarrollados.
Al debilitar los logros obtenidos con esfuerzo años atrás con respecto a la libertad económica, la creciente carga del gasto gubernamental descontrolado sobrepasó, en muchos casos, los logros en la libertad económica conseguidos en otras áreas de políticas.
La libertad económica —la capacidad de los individuos de tener control sobre los frutos de su trabajo y la capacidad de seguir sus sueños— es central para la prosperidad en el mundo. Heritage y el Wall Street Journal miden la libertad económica estudiando sus principales pilares: el imperio de la ley, el gobierno limitado, la eficiencia de las regulaciones y los mercados abiertos. Cosas como los derechos de propiedad, no sufrir la corrupción, el gasto gubernamental, el libre comercio, las políticas laborales y la capacidad propia de invertir en negocios y poder crearlos son todos factores en la libertad económica de un país.