Julia no es la mujer americana ideal. Julia no es la mujer americana independiente que todos saben que Estados Unidos tiene. Las mujeres americanas fueron las primeras en la historia de la humanidad en ejercer el derecho al voto (en Nueva Jersey en 1797). Alexis de Tocqueville en Democracia en América elogió a Estados Unidos por sus mujeres. Tocqueville, a diferencia de las jóvenes aristócratas de su época, afirmaba que la joven americana “piensa por sí misma [y] habla libremente”. Su familia la equipa con la razón. Ella es una mujer que se autogobierna, capaz de identificar el vicio, la virtud y la oportunidad. Ella pertenece a una familia, a una iglesia y a asociaciones privadas.