Para la mayoría de los americanos, el programa de Netflix Orange is the New Black (Naranja es el nuevo negro) es lo más cerca que estarán alguna vez de una experiencia con el sistema de justicia penal. Los americanos ven cómo los personajes de mujeres encarceladas son asesinadas, pasan hambre y pierden la razón por las condiciones de la prisión. Para muchos espectadores, el programa ofrece una espeluznante advertencia de la tremendamente perturbadora realidad de la masificación en las cárceles.
La ley penal federal ha crecido desmesuradamente en tamaño y alcance — y se ha deteriorado su calidad. Americanos honrados, trabajadores que hacen lo mejor que pueden por ser ciudadanos respetables y cumplidores de la ley, no más ya pueden estar seguros de estar fuera del alcance de los fiscales federales.