Irán ha elegido una vez más a un líder “moderado”, tal y como nos están contando las noticias. ¿Cuántas veces hemos oído esto antes?
La elección para la presidencia del clérigo musulmán Hasán Rohani, un candidato al que en los días previos a la votación no se le concedía casi ninguna posibilidad de victoria, ha causado una explosión de fiestas y celebraciones en las calles de Irán.
Altos cargos de la administración Obama mantuvieron el viernes una reunión informativa en la que debatieron sobre la “alarmante tendencia” al alza del respaldo de Irán al terrorismo. Dos responsable de alto nivel, que permanecieron en el anonimato debido a las normas que se siguen en este tipo de reuniones, advirtieron de que el ritmo de las operaciones terroristas de Irán había aumentado hasta niveles que no se veían desde los años 90, con planes para atentar en Europa, África y el sureste de Asia sólo en 2012.
Irán continúa con el tira y afloja en lo de sus programas nucleares y sigue adelante a pesar de las cinco resoluciones en contra del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su postura antioccidental, su tradicional respaldo al terrorismo y sus genocidas amenazas contra Israel precisamente son por lo que no se le debería permitir que adquiera armas nucleares.