Mariano Rajoy y los dirigentes que le han acompañado han visto siempre con desprecio aquellas iniciativas políticas que, según ellos, generaban “líos”. Mucho más que un lío es lo que tiene ahora España, a merced del extremismo izquierdista y nacionalista, de acuerdo todos ellos en iniciar el proceso de ruptura de la unidad nacional.
Más de 150 terroristas, violadores y asesinos podrían quedar en libertad en España debido al reciente fallo del Tribunal de Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo y al que contribuyó un juez español, el socialista Luis López Guerra. Como respuesta, 200,000 españoles salieron ayer domingo a protestar bajo el lema “Justicia para un final con vencedores y vencidos” para pedir que se haga justicia.
El fracaso del socialismo de Zapatero no sólo ha dejado a su propio partido en ruinas, sino que ha dejado una España en la que 1 de cada 5 españoles están en paro, 1 de cada 5 es pensionista y a todos les han recortado la pensión, 1 de cada 2 jóvenes aún no ha encontrado su primer trabajo, 1 de cada 8 negocios ha cerrado y 1 de cada 10 familias tiene a todos sus miembros en situación de desempleo.
España contará con un nuevo gobierno a tiempo para Navidad, y a diferencia del de Grecia e Italia, el gobierno de Madrid será uno elegido democráticamente. El partido de centro-derecha de Mariano Rajoy, el Partido Popular, obtuvo mayoría absoluta en las elecciones de ayer y, el 22 de diciembre, tendrá 186 de los 350 escaños en la Cámara baja del Parlamento español. Lo que es menos cierto, sin embargo, es si España podrá durar tanto tiempo sin acabar en el camino de sus países vecinos del sur, Grecia y …