Según David Kramer, el presidente de Freedom House, Putin ya ha perdido en tres formas: 1) Al perder su pretensión de legitimidad, algo obvio después de las protestas masivas, así como por su incapacidad de obtener la mayoría en las recientes elecciones a la Duma, 2) porque el temor que permitió a Putin seguir adelante con su política autoritaria está disminuyendo, y 3) por la pérdida de su aura de invencibilidad política.