Los americanos que anoche estuvieran viendo en hora de máxima audiencia el discurso del presidente Barack Obama desde la Sala Este de la Casa Blanca podrían haber pensado que se tropezaban con otra repetición de las cadenas de televisión. En vez de oír noticias de que por fin Washington había acabado con el estancamiento en el asunto del límite de la deuda, la audiencia recibió más de lo mismo por parte de su presidente. Obama todavía no tenía un plan para manejar el exceso de gasto y endeudamiento del gobierno …
No importa que la seguridad financiera de millones de americanos y otros resulte perjudicada en el proceso. La administración necesita lo que ya ha denominado “el desplome Boehner” —en referencia al presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner— para tratar de salirse con la suya en las negociaciones del límite de la deuda.