Sacudido por crecientes protestas, el asediado presidente egipcio Hosni Mubarak anunció el viernes que designaría un nuevo gobierno. Es poco probable que la tentativa de última hora de Mubarak ofreciendo reformas vaya a apaciguar a una oposición cada vez grande y que incluye un amplio espectro de diversos grupos políticos. Egipto, importante aliado americano, probablemente se hundirá en una incertidumbre política mucho más profunda ya que la lucha por el poder se intensificará. Estados Unidos debería exigir que cualquier nuevo gobierno que emerja de esta crisis actúe con el interés …
