El presidente Obama se acogió al privilegio ejecutivo para impedir una mayor supervisión por parte del Congreso sobre la Operación Rápido y Furioso del Departamento de Justicia (DOJ) el mismo día que este se lamentaba de la supuesta falta de transparencia entre algunas entidades conservadoras sin ánimo de lucro.
El presidente Obama se encuentra ahora con el escándalo de la Operación Rápido y Furioso. A él le corresponde por completo el decidir si quiere estar a la altura de las promesas de transparencia que hizo hace cuatro años o desplegar un velo de silencio que haría sonrojarse al presidente Richard Nixon. Si las trabas continúan y no se renuncia al privilegio, les corresponderá al pueblo americano y a los medios de comunicación exigir el razonamiento para este encubrimiento.
El sábado, el presidente de Guatemala Otto Pérez Molina fue investido después de su victoria en la segunda vuelta de las elecciones de noviembre contra Manuel Baldizón Méndez. Pérez, miembro del conservador Partido Patriota, no tiene una tarea fácil por delante ya que tiene que dar un paso adelante para liderar un país que algunos han denominado como una de las naciones más peligrosas del mundo.
México es un país que padece esta enfermedad desde hace muchos años, incluso diría que este mal afecta a varios países latinoamericanos, porque muchos, igual que México, al sufrir de autoritarismo, populismo, militarismo, pésima distribución de las riquezas y del producto bruto interno y por sobre todo una gigantesca brecha entre la forma de vida de sus clases sociales, han quedado paralizados en sus movimientos y su sensibilidad, pero… siempre hay un pero… de alguna forma desarrollan sus ideales, sus anhelos, en definitiva… sus sueños.