¿Quién se podría oponer a medidas del tipo “Compre americano” que parecen respaldar a la industria americana y crear empleo? A primera vista, eso es lo que parece que hace la Ley de Banderas Nacionales. Pero si se mira de cerca, tales leyes no benefician a las industrias “nacionales” sino más bien a un reducido grupo de productores.