Por si se lo perdió, ayer tuvo lugar una representación increíble en el Senado de Estados Unidos. Los progresistas dieron un espectáculo típico de un año electoral, alentados por el mismísimo presidente Barack Obama, y con el que intentaron imponer mayores impuestos sobre la industria petrolera como castigo por sus ganancias mientras que los precios del combustible están en su máximo histórico.
El presidente Obama usa un lenguaje del tipo “sí a todo”, pero sus acciones son muy reveladoras. Más que darse a sí mismos un “excelente” por los precios del combustible y burlarse de sus oponentes, la administración Obama debería acelerar inmediatamente los procesos de permisos y arriendos, eliminar los riesgos de litigios, reformar los regímenes reguladores punitivos y dejar de botar miles de millones en dinero del contribuyente en compañías quebradas como Solyndra y encima llamarlo solución.
En un nuevo documental de la Fundación Heritage denominado “Powering America”, examinamos cómo la energía nuclear se usa en Estados Unidos y analizan grandes preguntas. ¿Es segura la energía nuclear? ¿Puede esta ayudar a hacer frente a nuestras futuras necesidades energéticas? “Powering America” responde a estas preguntas y más al retirar el velo sobre la energía nuclear y sigue el trabajo de los hombres y mujeres que trabajan en la industria de la energía nuclear de Estados Unidos.
El plan del presidente no es bajar el precio de la energía (esa que viene de las fuentes que al presidente no le gustan) sino hacer que el precio de esa energía suba hasta los niveles del precio de la energía verde. Y no lo decimos nosotros sino el mismísimo presidente y su secretario de Energía, Stephen Chu. Vean y escuchen Uds. mismos en el video que hoy les presentamos.
Ya que el tramo de oleoducto, de 485 millas de longitud y que va desde Oklahoma a Texas, se puede construir sin aprobación presidencial, el actual respaldo del presidente no sirve de nada. El presidente Obama no merece reconocimiento alguno por el impulso económico y laboral que producirá en Estados Unidos este proyecto de $2,300 millones y que prevé la creación de 4,000 puestos de trabajo.