El 14 de octubre de 1962, los responsables políticos de Estados Unidos se enteraron de que la Unión Soviética estaba construyendo en Cuba bases para misiles que habrían permitido a Moscú atacar cualquier lugar del territorio continental de Estados Unidos en cuestión de minutos. Por ejemplo, los expertos de la Fundación Heritage Michaela Bendikova y Baker Spring nos recuerdan que “Fidel Castro y el Che Guevara animaron a los soviéticos a usar misiles balísticos estacionados en Cuba para atacar a Estados Unidos”.