En su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente Obama mostró una asombrosa falta de sentido de la realidad acerca del terrorismo y la Primavera Árabe. La declaración del presidente rindiendo homenaje al “valor y el sacrificio de quienes sirven en lugares peligrosos con grandes riesgos personales” desafortunadamente suena hueca cuando se considera el tratamiento dado por la administración al atentado terrorista de Bengasi.