Los cubanos han vivido en una isla desierta informativa durante más de 50 años. Diez millones de personas, en su momento una parte dinámica del mundo, en sintonía con éste y que recibía información e incluso inmigrantes, quedaron aislados en cuanto Fidel Castro tomó el poder en 1959. Y que el mundo no haya hecho nada para ayudarlos tras cinco décadas de opresión es un ultraje.
Una semana después de que Hugo Chávez sorprendiera a su nación con la noticia de una nueva operación para tratar el cáncer que padece y de que designara al vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores Nicolás Maduro como su heredero, los venezolanos acudieron a las urnas para elegir a 23 gobernadores y a los miembros de las asambleas estatales.