Esa obligación es tan importante ahora como lo era hace 70 años cuando Estados Unidos se enfrentó a uno de sus mayores desafíos. Tal como se hizo entonces, el Congreso y el presidente deberían garantizar que el gobierno federal cumpla con su responsabilidad hoy en día y financie plenamente a nuestras fuerzas armadas.
Lamentablemente, demasiados miembros del Congreso así como el público americano no son conscientes de los recortes en defensa de los últimos años y las consecuencias de todo eso, incluyendo la pérdida de empleos para trabajadores altamente calificados en la construcción naval, la defensa y la mano de obra aerospacial.
Queridos compañeros conservadores: Los americanos están decepcionados. Están decepcionados porque el debate sobre el límite de nuestra deuda versó sobre las necesidades de los políticos en vez de las necesidades del país. Están decepcionados con un gobierno quebrantado que se rehúsa a arreglarse. Y están decepcionados porque la Ley de Control del Presupuesto que aprobó la Cámara la pasada noche y que probablemente se aprobarán en el Senado hoy no hace los cambios realmente transformadores que esta nación exige. Hay varios elementos de este plan que son simplemente inaceptables, incluso …