Ahora que el presidente Obama ya no se enfrentará nunca más a una reelección, es momento de que acabe la campaña electoral. La perpetua retórica política y las promesas ya no tienen importancia. Se necesita acción (y liderazgo) en algunos asuntos apremiantes que amenazan a Estados Unidos. El sustento, la protección y la libertad del pueblo americano están amenazados.
El vocero de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner (R-OH), ha dejado claro que se opone a subir los impuestos a los americanos. Las subidas de impuestos ralentizarían la economía aún más y harían perder empleos. Aún así, algunos “titanes de las finanzas” quieren que el Congreso le suba sus impuestos.
Agárrese. En apenas 271 días, Ud. y sus compatriotas americanos se verán golpeados por una subida de impuestos de un tipo que este país no ha visto nunca. The Washington Post denominó acertadamente a la subida de impuestos sin precedentes de $494 mil millones como el “Armagedón fiscal” y el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke lo describió como un “inmenso barranco fiscal”. Cualquiera que sea su imagen preferida, se trata de un golpe realmente grande.