El presidente Obama y su gobierno han enviado mensajes confusos sobre la política de Estados Unidos en Medio Oriente. En su discurso del año pasado ante la Asamblea General de la ONU, Obama despertó unas expectativas que él no era capaz de satisfacer cuando exhortó a la consecución de un estado palestino independiente y soberano en el espacio de un año, justo para estas fechas en las que se reune la Asamblea.
El enfoque de Obama [al proceso de paz] no ha conseguido nada. A cambio, los palestinos le pagan el favor con una campaña en la ONU que parece diseñada para humillar a la Casa Blanca. Al igual que Jimmy Carter anteriormente, Obama está descubriendo que cuando los presidentes americanos sostienen una posición de acomodo y ambivalencia en asuntos internacionales, se aprovechan de ellos. La debilidad invita a la agresión.
La administración Obama podría decidirse a hacer caso omiso del consejo de sus comandantes militares y reducir la presencia militar de Estados Unidos en Irak a menos de 4,000 efectivos a finales de año y eso ha provocado que 42 distinguidos expertos en política exterior escriban una carta abierta al presidente Obama instándole a que reconsidere su actitud.
Aunque las opiniones sobre la política de Estados Unidos post-11 de septiembre van y vienen, los hechos quedan: Estados Unidos ha frustrado 40 complots terroristas a través de un combativo y exhaustivo plan ofensivo para proteger la nación. No es un plan para abandonarlo ahora en plena era de un terrorismo de cada vez más alta tecnología.