Hablar del excepcionalismo americano enfurece a algunos progresistas.
Por ejemplo, el tema llevó a Oliver Stone y al profesor de la Universidad Americana, Peter Kuznick, a escribir un artículo en el periódico USA Today en el que decían que en Washington debería haber un muro con “los nombres de todos los vietnamitas, camboyanos, laosianos y las personas del resto de países que murieron [en la Guerra de Vietnam]”. Eso, indicaron, sería “un monumento conmemorativo acorde con todas las víctimas del ‘excepcionalismo americano’, un lápida para uno de los mitos americanos más peligrosos”.
En un discurso durante un almuerzo con ejecutivos americanos de negocios, el presidente chino Hu Jintao exhortó a Estados Unidos a reconocer las reivindicaciones de China sobre el Tibet y Taiwán y dijo: “Nosotros no estamos en una carrera armamentística; nosotros no somos una amenaza militar para ningún país. China nunca buscará dominar o practicar una política expansionista”. Ciertamente esperamos que esto sea verdad. Pero nuestros líderes deben hacer algo más que tener esperanza. Como afirmó el presidente George Washington en su primer mensaje anual: “El medio más eficaz para …