El registro y el voto por parte de personas que no son ciudadanas americanas es un delito grave según la ley federal y la Florida ya ha encontrado a extranjeros en sus censos electorales, alguno de los cuales votó en anteriores elecciones. Casi tan pronto como la Florida anunció que el Departamento de Seguridad Interior (DHS) permitiría al estado acceder a las bases de datos del DHS, los críticos se empezaron a quejar por la supuesta imprecisión de la información del DHS.