Si Estados Unidos quiere ver acciones más positivas en Honduras se deben reconstruir las relaciones con Tegucigalpa. Para empezar, el gobierno de Obama puede anular las medidas punitivas que tomó a raíz de la destitución del expresidente Zelaya y que todavía siguen vigentes a pesar de haberse celebrado elecciones libres y justas en noviembre de 2009.